Los Demonios

Aunque existen muchos tipos de demonios, podemos hablar de cuatro tipos básicos de monstruos:
  1. BANKEETS. Son reptiles bípedos que dieron origen a muchas leyendas precolombinas y egipcias. Adoran a un dios que los abandonó hace mucho tiempo, pero al que siguen haciendo sacrificios rituales humanos, casi siempre en altares improvisados. Se alimentan del tuétano y los cerebros, aunque cuando no comen se recargan de energía en grandes hogueras.

    Son inmunes al fuego, las balas y armas explosivas sólo los cargan de energía y el mejor modo de matarlos es cortarlos, aunque tienen una piel muy dura.

    Se establecen alrededor de un altar y los desperdigados se les van uniendo. No son nómadas pero puedes encontrarte alguno suelto que intenta llevar algún sacrificio vivo al altar más cercano para ser aceptado.

    La grieta por la que entraron fueron los relámpagos y por eso han caído desperdigados en Sudamérica y África sobre todo. Dentro de España, se han establecido núcleos (altares) en el desierto de Almería, en el delta del Ebro y en la Sierra de Madrid.

  2. NAGISHI. Demonios voladores que se establecen en bandadas de 30 ó 40. No son demasiado grandes pero pueden levantar a una persona y arrojarla al suelo. Las hembras son más grandes, viajan solas y tienen aspecto más humano, como la típica representación de una lamia. El objetivo de los machos es alimentarse de carne, adquirir un color cada vez más rojo y presentarse a las hembras. Las hembras solo se alimentan de sangre para gestar camadas de 1 ó 2 individuos.

    Están bastante repartidos por Europa y Asia, y entraron por grietas en el suelo en enormes bandadas que se separaron para no competir entre ellas.

    Los machos pueden morir como cualquier animal, aunque son resistentes, pero a las hembras sólo las puedes matar con arma blanca y, a ser posible, a la luz del sol, que es cuando más débiles se encuentran.

  3. MONOI. Estos enormes monstruos recuerdan a las películas de Godzilla aunque son más pequeños y ágiles. En fase adulta ponen huevos en núcleos urbanos grandes, intentando causar gran destrucción para dejar presas débiles a sus retoños. Luego emigran a otro núcleo urbano.

    No hay más de 50 adultos en el mundo que han entrado precisamente cerca de centrales energéticas pertenecientes al ritual de acupuntura terrestre.

    Las crías son como arañas reptilianas de tamaño humano, muy ágiles y fuertes que se alimentarán de carne durante un par de meses. Después se unirán cuatro o cinco y se fundirán en una crisálida para dar un adulto que aún debe pasar de los 4 a los 20 metros de altura.

    A un adulto sólo se le puede matar con un ataque mágico potente. Las crías podrían morir por arma blanca o disparo de bala pero hace falta destrozarlas porque son organismos internamente muy básicos (lo cual posibilita que luego puedan fundirse para dar un adulto).

    En España han entrado 3 adultos, uno cerca de Andorra, otro cerca de Bilbao y el tercero en Murcia.

  4. EDTERRAN. Estos monstruos pueden fundirse con la tierra, con el cemento de las paredes y se desplazan de este modo igual de rápido que un delfín nadando. Su objetivo es arrastrar gente al infierno para que sean allí sacrificios de sus Amos, demasiado poderosos y limitados para entrar por las grietas. Con cierto número de sacrificios estos Amos podrían entrar.

    Los Edterran parecen larvas negras con cuatros brazos. No tiene boca. Son solitarios.

    Han entrado por pequeñas grietas en cementerios de todo el mundo, las mismas por las que se llevarán a sus víctimas.

    Las armas de fuego les atraviesan sin mayor daño y el único modo de acabar con ellos es cortarlos por la mitad, cortarles la cabeza o exponerlos al sol, que los deseca y casi paraliza, para darles un baño de agua que los disolvería como terrones de azúcar. El fuego les puede hacer daño pero no matarlos.