Al final, hoy me ha llamado mi madre. Vale que me pueda reprochar que no hiciera caso de sus mil cien llamadas pero es que para qué. Hemos discutido, que era lo que me esperaba, porque quería hablar de Santiago de Cos, el médium dichoso que se ha tirado esta semana por la ventana, el que ha salido en más programas rosa en tres días que en los años que han pasado desde que tuvo el lío con Hacienda.
Aunque, la verdad, igual Santiago de Cos sólo es una excusa para llamarme. Es algo tan raro... A veces he pensado que hasta le había dado tiempo a perder y olvidar mi número de teléfono. Durante años, nada. Nos vemos los sábados, como ya dije, y un día al mes en mi casa. Con eso, le parecía suficiente... hasta ahora.
Esta de la foto, tampoco es mi madre (y, lo siento, no recuerdo quién es y ando vaga para buscar el dato). Pero se parece a la imagen mental que tengo de ella. Nariz altiva, pretensiones elegantes, gesto soberbio y siempre mirando para otro lado, más interesada en cualquier cosa que en mí. Así es Arrate Ojanguren, niña bien bilbaína, que cumplió la única meta que se esperaba de ella, cazar un buen partido, y pensó que su vida sería todo glamour.
Pero, el asunto empezó a torcerse cuando, en vez de primogénito varón, ansiado heredero del mini-emporio Goyri, nació una niña, yo. Y se torció definitivamente cuando al tenerme, se presentaron tantos problemas que quedó imposibilitada de tener más hijos. Era o yo, o nada. Como la canción.
De haber estado en otro país, mi padre se hubiese divorciado o hubiese tomado tres esposas más, para tener un criadero de hijos. Pero, como era aquí y estaba en el bando del "oh, oh, te miro mal si intentas ser feliz, porque el matrimonio es un sacramento, si te equivocaste te jodes", tuvo que aguantarse con ella y conmigo.
Con mi madre, la relación se arregló rápido: se buscó (si es que alguna vez había dejado la fea costumbre) otras amantes con las que entretenerse y a ella la apoyó cuando quiso poner la primera tienda de moda elitista, en Madrid, así la tuvo entretenida.
La segunda tienda, eso hay que reconocérselo, se la ganó mi madre a pulso, con una buena gestión y sus propios beneficios. Lástima que eligió Bilbao para localizarla (aunque, como bilbaína, la aplaudo) y, claro, aquí ciertas marcas no se venden (o vendían) tan bien. O quizá debería decir "ciertos precios", de esos que Blanca Cueto diría que no son ni para ella ni para nadie normal. Yo añado que nadie que no haya nacido ya con ancestros ladrones y asesinos que hayan acumulado una buena riqueza, vamos, o roben a mansalva, o tengan una suerte bárbara.
Como mi madre se queja de ello en cada comida familiar, me consta que la tienda de aquí marcha a trancas barrancas. Pero sigue compensando pérdidas con la de Madrid. En todo caso, como no trabaja por necesidad, puede permitirse el juguete.
Conmigo, ambos tuvieron más problema, a la hora de ubicarme en sus vidas. De niña, se me podía dejar con la Tata y olvidarse de mí. Lo importante era que no molestase a los señores, sobre todo cuando había visitas. Mi madre decía que "a los niños hay que besarlos dormidos", por el aquel de no mimarlos, pero yo creo que, despierta o dormida, no me besó más que un par de veces, y fríamente. No sé.
De adolescente en adelante, la cosa fue peor, claro. Estropeé todos sus planes de compromisos y bodas con hijos de amigas y conocidos, algo que, por suerte, ya no me reprocha muy a menudo. Y ese gesto, el del retrato, es el que tengo de ella la noche que mi padre me echó de casa. No dijo nada. No me retuvo, no lloró, no pidió por mí. O hacía lo que decían, o no seguía con ellos.
¡¡¡¡¡¡¡¡!!!!!!!!!
Diantre, estaba escribiendo esta entrada, bastante aburrida (vale, sí, y desazonada), y me he puesto a navegar un poco por ahí. Simplemente, repasaba los blogs que suelo seguir, son muchos. Me he acordado de Brau, del blog Br-i-das de pinza, que tuvo un accidente hace nada, y el del blog Estatuas de ceniza, Hidalgocinis, le dijo algo rarísimo a su novia (que pasase esta noche a su lado, o se ahogaría en sangre, qué barbaridad, como para no hacerle caso, por si las moscas). He ido a ver si había más comentarios, si se sabía cómo andaba Brau, y me topo con un mensaje de Hidalgocinis referido a mí. ¡Y flipo con lo que parece leerse!
Copio y pego en su mayor parte. Puede verse entero aquí:
He buscado "círculo de fuego" en wikimedia, y "anillo de fuego." Esto he encontrado, Nataranja creo que se llama, bailando en el círculo de fuego. O eso me ha parecido. Es... no sé, desasosegante. Y no tendrá que ver, pero ahí lo pongo, con enlace a la Wikimedia, que tiene licencia creative commons y no seré yo quien se atribuya la foto.
Además, buscar, mirar aquí y allá, me ha servido para tranquilizarme un poco. Respirar hondo, calibrar con perspectiva las cosas.
Hidalgocinis es alguien enfermo que ha dejado de tomarse la medicación. Dice cosas muy raras, en sus blogs y por ahí. Tengo que ser racional y recordar todo eso. Quizá, lo más seguro, es que haya disparado al aire en su locura y simplemente ha acertado en un par de detalles por pura casualidad.
Soy idiota. No creo en estas cosas, pero no puedo evitar sentirme... no sé, esperanzada con lo de "Él está vivo y un día se encontraran, pero en mitad de un círculo de fuego."
Ojalá, maldita sea, ojalá. He pensado en Quevedo...
Aunque, la verdad, igual Santiago de Cos sólo es una excusa para llamarme. Es algo tan raro... A veces he pensado que hasta le había dado tiempo a perder y olvidar mi número de teléfono. Durante años, nada. Nos vemos los sábados, como ya dije, y un día al mes en mi casa. Con eso, le parecía suficiente... hasta ahora.
Esta de la foto, tampoco es mi madre (y, lo siento, no recuerdo quién es y ando vaga para buscar el dato). Pero se parece a la imagen mental que tengo de ella. Nariz altiva, pretensiones elegantes, gesto soberbio y siempre mirando para otro lado, más interesada en cualquier cosa que en mí. Así es Arrate Ojanguren, niña bien bilbaína, que cumplió la única meta que se esperaba de ella, cazar un buen partido, y pensó que su vida sería todo glamour.
Pero, el asunto empezó a torcerse cuando, en vez de primogénito varón, ansiado heredero del mini-emporio Goyri, nació una niña, yo. Y se torció definitivamente cuando al tenerme, se presentaron tantos problemas que quedó imposibilitada de tener más hijos. Era o yo, o nada. Como la canción.
De haber estado en otro país, mi padre se hubiese divorciado o hubiese tomado tres esposas más, para tener un criadero de hijos. Pero, como era aquí y estaba en el bando del "oh, oh, te miro mal si intentas ser feliz, porque el matrimonio es un sacramento, si te equivocaste te jodes", tuvo que aguantarse con ella y conmigo.
Con mi madre, la relación se arregló rápido: se buscó (si es que alguna vez había dejado la fea costumbre) otras amantes con las que entretenerse y a ella la apoyó cuando quiso poner la primera tienda de moda elitista, en Madrid, así la tuvo entretenida.
La segunda tienda, eso hay que reconocérselo, se la ganó mi madre a pulso, con una buena gestión y sus propios beneficios. Lástima que eligió Bilbao para localizarla (aunque, como bilbaína, la aplaudo) y, claro, aquí ciertas marcas no se venden (o vendían) tan bien. O quizá debería decir "ciertos precios", de esos que Blanca Cueto diría que no son ni para ella ni para nadie normal. Yo añado que nadie que no haya nacido ya con ancestros ladrones y asesinos que hayan acumulado una buena riqueza, vamos, o roben a mansalva, o tengan una suerte bárbara.
Como mi madre se queja de ello en cada comida familiar, me consta que la tienda de aquí marcha a trancas barrancas. Pero sigue compensando pérdidas con la de Madrid. En todo caso, como no trabaja por necesidad, puede permitirse el juguete.
Conmigo, ambos tuvieron más problema, a la hora de ubicarme en sus vidas. De niña, se me podía dejar con la Tata y olvidarse de mí. Lo importante era que no molestase a los señores, sobre todo cuando había visitas. Mi madre decía que "a los niños hay que besarlos dormidos", por el aquel de no mimarlos, pero yo creo que, despierta o dormida, no me besó más que un par de veces, y fríamente. No sé.
De adolescente en adelante, la cosa fue peor, claro. Estropeé todos sus planes de compromisos y bodas con hijos de amigas y conocidos, algo que, por suerte, ya no me reprocha muy a menudo. Y ese gesto, el del retrato, es el que tengo de ella la noche que mi padre me echó de casa. No dijo nada. No me retuvo, no lloró, no pidió por mí. O hacía lo que decían, o no seguía con ellos.
¡¡¡¡¡¡¡¡!!!!!!!!!
Diantre, estaba escribiendo esta entrada, bastante aburrida (vale, sí, y desazonada), y me he puesto a navegar un poco por ahí. Simplemente, repasaba los blogs que suelo seguir, son muchos. Me he acordado de Brau, del blog Br-i-das de pinza, que tuvo un accidente hace nada, y el del blog Estatuas de ceniza, Hidalgocinis, le dijo algo rarísimo a su novia (que pasase esta noche a su lado, o se ahogaría en sangre, qué barbaridad, como para no hacerle caso, por si las moscas). He ido a ver si había más comentarios, si se sabía cómo andaba Brau, y me topo con un mensaje de Hidalgocinis referido a mí. ¡Y flipo con lo que parece leerse!
Copio y pego en su mayor parte. Puede verse entero aquí:
Anoche, en el duermevela de un despertar no deseado, con los ojos pegados todavía, me puse a escribir en la libreta un mensaje que creo que es para usted.Es que, no puede ser. Me debo estar confundiendo, ya estoy tan desesperada que leo lo que no leo. Pero tú desapareciste durante un viaje en que ibas de caza a los bosques de Navarra ("no he matado ningún animal"), lo de la familia, trenes, viajes... no sé. Siempre he sospechado que mi padre pudo tener algo que ver, aunque lo ha negado siempre y no sé... Pero lo de "espero que mi hermano la cuide mucho" me ha dejado perpleja. Podría referirse a Javier. Al fin y al cabo, es tu hermano pequeño...
Escribí esto:
"no he matado ningún animal pero a mi corazón se trataba de mi familia me metieron en un tren mi familia a salvo de su poder no he matado ningún animal en un tren a parís en un tren a rusia en un tren a irlanda en un tren a la cárcel en un tren a la casa roja y húmeda de belfast en un autobús a mi amor pero sí he matado a mi corazón espero que esté bien espero que esté bien espero que mi hermano la cuide mucho".
Espero que le sirva a usted de ayuda en su llamado. He podido sentir su pena. No tenga pena.
Él está vivo y un día se encontraran, pero en mitad de un círculo de fuego.
He buscado "círculo de fuego" en wikimedia, y "anillo de fuego." Esto he encontrado, Nataranja creo que se llama, bailando en el círculo de fuego. O eso me ha parecido. Es... no sé, desasosegante. Y no tendrá que ver, pero ahí lo pongo, con enlace a la Wikimedia, que tiene licencia creative commons y no seré yo quien se atribuya la foto.
Además, buscar, mirar aquí y allá, me ha servido para tranquilizarme un poco. Respirar hondo, calibrar con perspectiva las cosas.
Hidalgocinis es alguien enfermo que ha dejado de tomarse la medicación. Dice cosas muy raras, en sus blogs y por ahí. Tengo que ser racional y recordar todo eso. Quizá, lo más seguro, es que haya disparado al aire en su locura y simplemente ha acertado en un par de detalles por pura casualidad.
Soy idiota. No creo en estas cosas, pero no puedo evitar sentirme... no sé, esperanzada con lo de "Él está vivo y un día se encontraran, pero en mitad de un círculo de fuego."
Ojalá, maldita sea, ojalá. He pensado en Quevedo...
Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,
Venas, que humor a tanto fuego han dado,
Médulas, que han gloriosamente ardido,
Venas, que humor a tanto fuego han dado,
Médulas, que han gloriosamente ardido,
Su cuerpo dejará, no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.
Gracias, Nelson, muy amable.
ResponderEliminarPido disculpas a todos, con las fiestas de semana santa, poco puedo estar por casa. Además, reconozco que lo dicho por Hidalgocinis me ha dejado... no sé, desconcertada. Tengo que pensar mucho en ello. Sí, y no dejarme ilusionar absurdamente, ya lo sé. Pero me cuesta evitarlo.
Hola, me gustaría que leyeras mi última entrada, te asombrarás.
ResponderEliminarhttp://anywhereworld.blogspot.com/2011/04/la-vida.html