Rebeca

La historia de Rebeca Goyri, contada por referencias a través de sucesivas entradas, comenzó hace 17 años.

En aquella época, su novio, Julián López Val, desapareció misteriosamente durante unas vacaciones en los bosques de Navarra, a los que había ido de caza con un tío suyo. No se supo absolutamente nada más de él.

Rebeca siempre sospechó que tras lo sucedido estaba su padre,  Salvador Goyri, importante hombre de negocios bilbaíno y absolutamente contrario a su relación. Julián, de familia modesta y demasiado rebelde para su gusto, no era el yerno ideal. Cuando supo que Rebeca iba a tener un hijo, Salvador le dio a elegir entre deshacerse de él o seguir en casa.

Ella optó por marcharse. Una decisión valiente, teniendo en cuenta que era una niña sin recursos propios. Por suerte, tras un par de días aterradores en la calle, contactó con el hermano de Julián, Javier, que se ofreció de inmediato a ayudarla. Javier siempre había estado enamorado de ella y, con el tiempo, la convenció para que se casasen. Iba a ser lo mejor para el niño y lo mejor para ellos.

Y, con el tiempo, también, Javier consiguió una especie de reconciliación familiar.

Así, en los comienzos del blog, Rebeca se había convertido en una persona sin motivaciones y llena de rencor. Odiaba su vida, esa vida falsa, ese sucedáneo de la que hubiese debido vivir realmente, porque Javier no dejaba de ser muy semejante a Julián pero no llegaba a estar a su altura. El tiempo, el trauma, la desesperación, habían magnificado aquel sentimiento que sintiera por Julián hasta convertirlo en un amor apasionado y obsesivo,  hasta hacer que todo, absolutamente todo, girase en torno a su ausencia y a la necesidad de recuperarlo.

El blog formaba parte de ese plan. Cuando descubrió internet, gracias a su hijo Jon, decidió abrir una carta al mundo, para ver si conseguía contactar con Julián. "Asomándome al mundo, por si te veo", decía. Ni en sus mejores sueños hubiera podido sospechar un éxito como el que tuvo.

Como digo, en el momento en que comenzó el blog, Rebeca estaba totalmente perdida y no sabía qué hacer con su vida. Decidió, por entretenerse, buscar algún trabajo, con la misma determinación que todo, porque es obsesiva, pero también con la misma inestabilidad: aunque fue algo que la agobió durante días, desesperándose por no encontrar nada, no tardó en dejar el tema, olvidándolo por completo.

Pero, en el proceso, conoció a un hombre, un abogado llamado Enrique Ugalde, con el que tiene un affaire sin determinar todavía, algo tempestuoso porque su hijo Jon les sorprendió un día en el coche y sacó conclusiones incómodas. Gracias a Enrique, Rebeca empezó a investigar más sobre qué pudo pasar con Julián y supo que había salido del país.

Que la abandonó, que seguía vivo.

Entonces fue cuando vio el primer vídeo de Rolando. Y pudo identificar en él a Julián. Y empezó a intuir que tras tantos datos dispersos de ataques de bichos extraños y sucesos anómalos, había algo más, algo muy oscuro y de mayor importancia que sus pequeñas miserias vitales.

Noqueada por el descubrimiento, le dejó una nota en la página de yourtube y Rolando quedó con ella, la citó en un lugar, a una hora algo intempestiva, medianoche. Por ello, Javier empezó a sospechar que Rebeca tenía un amante. Ella confesó el nombre de Enrique Ugalde, aunque esa relación se había atascado un poco. De la disputa derivada, hubo un incendio.

Llegó Julián, ahora el héroe Rolando, justo a tiempo de sacarles de entre las llamas, a Javier inconsciente.

Como la casa quedó destrozada, tuvieron que instalarse en la de sus padres, donde Rebeca era poco menos que una prisionera. Gracias al blog, pudo contar lo que ocurría y lo que le contaban, y Rolando se puso nuevamente en contacto, animándola a marcharse cuanto antes, que él se ocuparía de protegerlos.

Rebeca huyó con los hijos y Rosa María, la novia de Jon. Se instalaron en una pensión (aquella en la que se encontraba con Julián en el pasado, cuando eran novios), donde el hombre que ahora se llamaba Rolando se reunió definitivamente con ellos. Tras organizar una reunión familiar en la que expuso la situación, las cosas se tranquilizaron a ese nivel. Había asuntos demasiado importantes como para seguir con sus pequeñas disputas.

Instalados en una casa en las afueras de Bilbao, llamada en el blog Villa A, Rebeca y sus hijos entrenaron para aprender a defenderse mientras Rolando entraba y salía, inmerso en sus asuntos. Pero Rebeca era demasiado impetuosa como para conformarse con permanecer en la sombra, en una posición segura. Aprovechando una llamada de Enrique Ugalde, con la información sobre un gran huevo descubierto en el sótano de un edificio de Bilbao, decidió embarcarse en su propia aventura.

No le dijo nada a Rolando, al margen de lo que pudiera leer en su blog. Al fin y al cabo, él tampoco le contaba nada a ella...

Durante esa búsqueda, se topó con su primero Monoi. Luego, en las cercanías de Villa A, apareció el primer Edterran. El descubrimiento de sus propios poderes, lo que en términos mágicos se llama Nuiz, la introdujo mucho más en la historia.

Y así, se vio envuelta en acontecimientos que convirtieron cada día en una nueva aventura...